viernes, 31 de agosto de 2012

Sherlock Holmes El juego de las sombras (2011) (DVDRIP)

n de la India, un comerciante de opio chino fallece de una aparente sobredosis, estallan bombas en Estrasburgo y Viena, fallece un magnate del acero estadounidense... Nadie ve ninguna conexi

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Un broma que es un hecho histórico

La curistoria que sigue la he utilizado, sin usar personajes históricos, en multitud de ocasiones, para hacer alguna broma. Son muchos los hombres importantes cuya estatura no ha estado a la altura de rango o cargo: Atila, Napoleón o el papa Gregorio I. Es más, acercándonos en el tiempo podemos exponer el caso de Sarkozy, el Presidente de Francia hasta no hace mucho, que a juzgar por sus actos no lleva demasiado bien la cuestión de su talla y trata de recuperar con trucos los centímetros que la madre naturaleza le ha negado.

Según se cuenta, en una ocasión estaba San Alberto el Grande, obispo de Ratisbona, ante el papa Urbano IV, cuando el pontífice le dijo repetidamente: “Levataos”. Para darse cuenta, poco después, que el mote de “el Grande” tenía tan mala baba que el hombre que estaba ante él no se encontraba de rodillas, como el Papa creía, sino que era un hombre bajito. Estaba de pie, a pesar de todo: de la sensación de Urbano IV, de la poca distancia entre el suelo y la cabeza del obispo de Ratisbona y a pesar, también, de la insistencia del Pontífice por hacerle levantar de su postura, que no era tal.Etiquetas:Dichos,Religión

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Andar de picos pardos

Cuando uno anda de picos de pardos, o se va de picos pardos, lo que hace, de acuerdo al dicho, es entregarse a cosas inútiles o torpes por no trabajar o, y este es, creo yo, el uso más común del dicho, irse de juega a sitios de mala nota. Estos sitios de mala nota se pueden traducir por lugares con mujeres dadas a la vida o, para qué andarse con remilgos, prostíbulos, burdeles, casas de lenocinio y lupanares. Es decir, que irse de picos pardos significa dejar quehaceres más decentes y provechosos y buscar compañía femenina de pago. El origen de todo esto reside en las vestimentas que por ley debían llevar las prostitutas.

De acuerdo a las ordenanzas, no podían llevar vestidos talares, es decir, que llegaran hasta los talones, ni guantes, ni sombrillas. En cambio, estaban obligadas a llevar sobre los hombros una mantilla encarnada, corta y de largos flecos. Estos flecos son los picos, y el encarnado, que al parecer solía ser un poco oscuro, era el pardo. Así, de la vestimenta obligatoria de las prostitutas tenemos los picos pardos y de ahí al dicho de irse de picos pardos, el salto es corto.

Fuente: Hablar con corrección de Pancracio CeldránEtiquetas:Dichos

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Las cuentas del duque de Wellington

Muchos de ustedes conocerán la historia relativa a las cuentas del Gran Capitán, cuestión que narré en Curistoria hace cuatro años largos. Pues bien, parece que en una situación similar se vio el duque de Wellington durante la Guerra de Independencia Española. Al menos, a este se le atribuye una carta con el siguiente texto destinada al Foreign Office británico, tan bien sentado y tranquilo en Londres mientras Wellington, o más bien su caballo, pateaba suelo ibérico.
Caballeros:
En tanto que marchábamos desde Portugal hacia una posición desde la que se divisa el acceso a Madrid y las fuerzas francesas, mis oficiales han estado quejándose diligentemente de las propuestas de ustedes, enviadas a través de un barco de Su Majestad de Londres a Lisboa y desde allí mediante despacho a nuestro cuartel general.
Hemos hecho recuento de nuestras sillas de montar, bridas, tiendas de campaña y palos, y de toda clase de objetos variados de los que el Gobierno de Su Majestad me hace responsable. He despechado informes sobre la personalidad, la inteligencia el genio de cada oficial. He dado cuenta de cada pertrecho y cada cuarto de penique, con dos lamentables excepciones por las que suplico la indulgencia de ustedes.
Por desgracia, sigue sin saberse qué ha sucedido con la suma de un chelín y nueve peniques del dinero para gastos menores de un batallón de infantería, y ha habido una espantosa confusión en cuanto al número de tarros de mermelada de frambuesa suministrado a un regimiento de caballería durante una tormenta de arena en la España occidental. Tan censurable descuido bien puede achacarse a la presión de las circunstancias, puesto que nos hallamos en guerra con Francia, un hecho que tal vez suponga una sorpresa para ustedes, los caballeros de Whitehall.
Lo dicho me lleva a mi verdadera intención, que no es otra que la de solicitar que me sean aclaradas las órdenes recibidas del Gobierno de Su Majestad, para que así llegue a entender mejor por qué estoy arrastrando un ejército a través de estas yermas llanuras. Interpreto que forzosamente ha de ser por uno de los motivos que les expongo más abajo. Trataré de cumplir lo mejor que puede cualquiera de los dos, pero no puedo lograrlos ambos:
1.- Instruir un ejército de eruditos ingleses uniformados en España para beneficio de contadores y oficinistas en Londres o, por ventura
2.- Ocuparme de que las fuerzas de Napoleón sean expulsadas de España.Su más humilde servidor, Wellington.Como se deduce de esta carta, si es cierta, parece que el oficial británico no estaba muy conforme con la cantidad de explicaciones y burocracia que se le exigía desde Londres.

Fuente: Militaria, de Nicholas HobbesEtiquetas:Guerra de Independencia,Inglaterra

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Lutero y Carlos V

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Los británicos son unos borrachos

lunes, 13 de agosto de 2012(lunes, 13 de agosto de 2012)
Bien podría decirse por el título que voy a narrarles un episodio relacionado con las vacaciones de los británicos en las costas españolas en estos días, pero no es así.  Ya le conté una vez lo que opinaba el mismísimo Winston Churchill de la tradición naval británica:
No me vengan con la tradición naval, no es más que ron, sodomía y latigazos.Pero no queda ahí la cosa, otros destacados hombres, desde su propio corazón, han opinado sobre el ejército británico, como se muestra en las siguientes palabras de nada y nada menos que el duque de Wellington, en 1811:
El nuestro

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Curiosidades: ¿De qué se arrepiente la gente antes de morir?

Curiosidades por un tubo: blog sobre curiosidades: Curiosidades: ¿De qué se arrepiente la gente antes de morir?.wf-inactive .header h1, .wf-kranky-n4-loading .header h1, .wf-kranky-n4-inactive .header h1

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